jueves, 25 de septiembre de 2008

Miedo?

Ante la evidencia de que el desastre mundial está organizado, algunos eligen creer que es el destino de la humanidad. Ante las pruebas concretas, documentadas y reales de que el desastre está pensado, digitado e impuesto, eligen no mirar. Eligen no pensar. Eligen creer, religiosamente creer, que es el destino de la humanidad.

Ante la evidencia de que los cambios existen, algunos eligen creer que es imposible cambiar. Ante las pruebas concretas, documentadas y reales de formas mas justas de vivir, eligen no mirar. Eligen no pensar. Eligen creer, religiosamente creer, que es imposible cambiar.

Sobran libros, sobran ejemplos en la historia, en el presente.

Será que aceptar que el desastre no es el destino de la humanidad y que los cambios son posibles, les demuestra que se pasan las horas, los dias, la vida, en una rutina vacía que solo sostiene el sistema? Será que es más fácil no mirar, no pensar y simplemente creerse una gran mentira? Tanto asusta la verdad?

Qué pensás vos?

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sostenemos lo que no queremos?

Muchas son las culturas, muchas las lenguas, muchas las formas de organizarse para convivir, para intercambiar ideas, objetos, palabras. Esto puede demostrarse con las actuales comunidades, islas y ciudades que hay en el mundo que simplemente viven diferente.

Una afirmación tan simple como la anterior nos permitiría pensar que no hay una tendencia mundial, que no hay un destino social, ni económico, ni político, que elegimos o nos eligen la forma en que vivimos. También podríamos inferir que como sociedad hacemos lo necesario para sostener esta elección.

Si esta no es la realidad que queremos, ni la hemos elegido, cuales son las fuerzas que nos hacen sostenerla? Estas formas de organización se caerían si dejamos de soportarlas?

martes, 2 de septiembre de 2008

Distinguimos o embolsamos?

Si aceptamos que pensar es un paso para solucionar problemas, quizá debiéramos indagar un poco mas en cómo pensamos.

La capacidad de pensar esta muy relacionada con la capacidad de distinguir. Cada véz que metemos diferentes elementos en una misma bolsa nos estamos negando a distinguirlos, nos estamos negando a pensar.

Un ejemplo muy común es el tratamiento que damos a la violencia. Cualquier evento agresivo puede ser llamado violento y en un afán de pacifismo dogmático lo condenamos cerrando así toda posibilidad de análisis. Si encontráramos las entidades de las diferentes formas de violencia probablemente nuestro rechazo tomaría también entidades diferentes, o dejaría de serlo. Así la violencia agresiva y la violencia defensiva demandarían de por si tratamientos diferentes.

Al aproximar tu mirada a la realidad estás siempre dispuesto a distinguir?